Arres a Artieda 15-5-2016

Hoy variaremos la planificación que teníamos. En el albergue casi tod@s han comentado que van a Ruescas, por lo que ánrevisible masificación de nuevo. Nosotros nos quedaremos en Artieda para repartir.

Atrás se queda Arres y con él Lola y Ramón, que por si no fuese bastante, se levantan antes que nadie para tener preparado desayuno para l@s peregrin@s. 

Son increibles!!

En el trayecto de esta etapa no hay ningún lugar donde repostar. Pepe, con más reflejos que yo, ha pedido unas rebanadas de. pan a Ramón. Con él se puede ir de supervivencia. Jejeje 

Al fondo Berdún sobre un montículo. Es una verdadera estampa.

El descenso desde el albergue es vertiginoso por una torrentera hasta llegar a una pista de tierra excelente, que nos va a ir llevando paralelos a la cordillera pirenáica al fondo a la derecha. Nos acercamos a Berdún y, de frente, con la visión del rio y el entorno verde de distintos verdes supone un verdadero regalo para mis ojos de buena mañana.

Al fondo, un arco iris que despunta nos señala hacia dónde vamos. Vamos hacia la gloria tia Pepe!!

Los campos intercalan trigo y guisantes. 

Ahora lo entiendo. Se trata de una técnica agrícola de rotación para fertilizar la tierra de manera natural con las leguminosas. 

Dejamos Berdún a la derecha. Cruzamos un río por un puente de madera. A esa altura dan sombra unos chopos altísimos.

A lado y lado del camino un mar verde de trigo que semeja las olas del mar cuando el viento mece las espigas.

Justo antes del paso del rio por un puente de madera almorzamos. Un bocadillo de salchichón maridado con unos tragos de agua y finalizamos con un plátano.

Antes de llegar a Mianos, tomamos la bifurcación que pasa por la Fuente de San Martin. No es gran cosa. Un abrevadero con agua y con sus ranitas.

La decisión de ir por esta ruta simplemente nos hace hacer más recorrido y subir una cuesta de aupa. Vamos dirección Mianos por una carretera que pasa por un caserío, donde unos metros antes y después se ve flanqueado por arbolado a ambos lados.

Jope, vaya cuestecita!!

La llegada a Artieda es por carretera. Visualmente queda allí arriba.

Artieda es un pueblo construido absolutamente en piedra. El conjunto supone como una estampa de pueblo pirenáico. La diferencia es que los tejados están construido con teja arábiga.

Las vistas desde cualquiera de los ángulos es espectacular, con las crestas nevadas del Pirineo aragonés.

El alberque se encuentra junto abla iglesia y en el piso superior del restaurante que lo regenta.

Lo primero es lo primero. Así que, antes que nada, una caña para recobrar el resuello tras la subidita.

Nos han abierto el albergue, que está muy bien equipado, a excepción que no dispone de cocina... Jejeje, claro  para cocina la del restaurante.

Tras ducharnos y hacer la colada, bajamos a comer. Excelente por 10 euros. Aquí nos encontramos a dos peregrinos de Barcelona que han subido sólo a comer y, después, siguen marcha hasta Ruescas.

Más tarde, han llegado dos peregrinas francesas que ya habíamos encontrado en Arrés. Se marchan mañana para Huesca.

El albergue tiene dos habitaciones con dos literas dobles. Nosotros estamos solos en una de ellas. En las camas hay sabanas y funda de almohada de usar y tirar.

Para cenar un par de piezas de fruta. Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho

RECORRIDO:el recorrido es en.general.muy bueno, el piso muy bien. El trazado muy entretenido. Algunos tramos con cuestas. En Miamos se pierden las señales.

CLIMATOLOGÍA: dia soleado con.presencia de algunas nubes. Temperatura muy agradable para caminar.

ALBERGUE: muy buen aspecto. Lo fumigan cada año. Dos habitaciones con sendas literas dobles. Cuarto de baño para dis personas simultaneamente. Lavadero. Tendederos y terraza.