La Panadella a Tàrrega 4-5-2016

Bueno, cada día tiene su propio qué. Si ayer fue el mal rollo del hotel Bayona, que desaconsejo totalmente, hoy es la alegría del cumple de mi compañero de viaje y amigo. Voy a darle un abrazo y después sigo. Total, una edad redonda y con un buen talante que es de admirar. Por algo es mi amigo.

Bien pues. Adiós La Panadella.

Enfilamos una pista de tierra que arranca detrás de la gasolinera de La Panadella. Se agradece muchísimo el cambio de paisaje. De andar por carretera a esta pista que atraviesa un bosque de pinos y robles hasta casi llegar a Pallerols.

Una pista sobre la que un sol majestuoso dibuja la silueta de dos caminantes que se apoyan en sus bordones, en busca de la gloria.

La alegría no puede durar siempre. Jeje. Dejamos la magnífica pista de tierra y accedemos a Pallerols por carretera sin arcén. Afortunadamente con poco tráfico.

Todo el recorrido muestra que es una zona agrícola y ganadera característica de tierras ilerdenses.

Una primera parada para tomar un café y una magdalena LaPasion en Sant Antolí i Vilanova, que es como se llama el pueblo. 

Y, mira por donde, el camino se aparta de la carretera para adentrarse por una vía rural asfaltada que discurre por entre campos de bellos contrastes. Al verdor exuberante del verde trigo se yuxtapone el amarillo intenso de los sembrados de colza. Armonizado todo ello por el rojo brillante de las amapolas que se entremezcla con ellos.

La pista nos conduce hasta Sant Pere dels Arquells. Me viene a la mente el consejo de Jaume.. "dels tres camins que s'obren en arribar a la font de Sant Pere, agafeu el de l'esquerra. És el més bonic". Le hacemos caso a pesar que es, de los tres caminos, el único no señalizado en ese punto. El camino de tierra de seguida nos lleva a una empinada y larga cuesta que conduce a la cima del montículo. Subiendo la cuesta vuelvo a "acordarme" de Jaume.

La verdad es que vale la pena. La vista desde arriba es espectacular.

El camino de tierra nos lleva por entre campos de trigo y colza hasta Cervera donde, tras subir y subir y subir aún más, hacemos una paradita para visitar la ciudad y hacernos un pequeño bocata.

Eso si, hemos aprovechado para celebrar el cumple de Pepe por todo lo alto.

FELIZ CUMPLEAÑOS AMIGO

De Cervera a Tàrrega tenemos por delante 12 kilómetros que discurren por una pista de tierra y tramos de pista asfaltada muy fáciles de caminar contando con el verdor que se extiende por doquier.

Eso si... compadezco a quienes hayan de hacer ese tramo en verano. Los lugares con sombra son escasos escasos.

A medida que nos acercamos a Tàrrega, me viene a la mente mi hermano Paco. Y me acuerdo de mis sobrinas que echan de menos esta tierra. En fin, forma parte de la vida.

Llegados a Tàrrega, está bien indicado dónde se encuentra el albergue. Se trata de la residencia Can Aleix para personas con discapacidad psíquica, de la que dedican una estancia a albergar a peregrinos. Cuenta con cinco camas bajeras habilitadas con sábanas y almohadas limpias.

Aquí hemos encontrado una chica francesa, Nadia, que inició el camino en Montserrat  y va por la zona de Zaragoza. Esta noche dormirá poco.

Hemos comido los tres juntos en el Til.ler. Excelente. Pepe me ha invitado y, además, con final feliz... Jejeje... Un chupito de ron.

En justa compensación le he hecho un pequeño masaje con emulsión de romero para relajarle la espalda (la mochila está acabando con él....eh Cesc!!)

La tarde la hemos dedicado a visitar Tàrrega, comprar un poco de fruta para cenar y repostar una Moritz Epidor.

RECORRIDO: un recorrido muy agradable en general. Muy plano. gran parte de pista de tierra y parte asfaltado. Aunque poco sombreado en el tramo final.

CLIMATOLOGIA: excelente temperatura, muy agradable. Una brisa fresca reduce el impacto del sol que ha brillado intensamente en todo el recorrido.

ALBERGUE: Residencia Can Aleix para personas con discapacidad psíquica, de la que dedican una estancia a albergar a peregrinos. Cuenta con cinco camas bajeras habilitadas con sábanas y almohadas limpias. Te dan desayuno gratuito. Pûedes pedir cualquier cosa que necesites.