6:50 de la mañana y caminando. Dejamos este vergel y encaramos hacia Itero de la Ve, un pueblo a 25 km de aquí. Una. ez en Itero ya estaremos en la provincia Palencia.
El cielo que aparece ante nosotros está gris negruzco. Como para caer agua a cantaros. Sin embargo, a nuestra espalda, una rendija que el cielo deja abierta es aprovechada por el sol para mostrarse insolentemente poderoso.
A poco de comenzar la marcha, la lluvia hace acto de presencia, y lo peor, comienza a formarse barro. Vamos sin desayunar, con la capelina a to trapo y con unas ganas enormes de llegar a algún sitio.
Llega una bajada donde ya se ve el campanario de Hontanas. Por fin tomaremos cafe y croissant. Mas barato imposible.
De Hontanas se sale por carretera estrecha con un herbazal a lado y lado. Hierbas de todo tipo pugnando las unas en ser más altas que las otras.
Despues de desayunar en Hontanas ha dejado de llover. El cielo comienza a despejarse cediendo espacio al solete que se desespera por saludarnos.
Cada vez más, se van viendo en los puntos indicadores del camino zapatillas hechas cisco colocadas a modo de tótem. Y es que ya van haciendo mella los kilómetros en las suelas.
Los caminos que seguimos son caminos con piedras, irregulares, pero siempre encuentras un reguero pisado por el que las piedras no van golpeando, poco a poco, mis delicados pies.
Más adelante, el camino discurre entre campos en terrazas. A mi derecha, el talud se cubre de una masa caótica de amapolas y flores blancas y marrones sobre el verde de la hierba. Ni el mismísimo van Gogh con su postimpresionismo hubierase acercado al lienzo que la naturaleza nos muestra.
La falda de las colinas que llevamos a la derecha se ven repobladas de pino muy joven. Aún tienen el protector plástico para que no se los coman los animales silvestres.
El camino tomado desde Hontanas lo dejamos para incorporarnos a la carretera que va a Castrojeriz y pasa por las ruinas del convento de San Anton, donde hay un albergue. A lado y lado de la carretera vamos encontrando tramos de arbolado que nos dan sombra, lo que se agradece mucho.
Pasamos Castrojeriz y su castillo allá en lo alto de la colina.
Nada mas salir de Castrojeriz se ve un pedazo cuesta,al fondo. 900 metros de cuesta. Uff y con un desnivel del 12%
Antes de la cuesta, pasamos sombre el rio Odra como para quitarle hierro a lo que viene. Lo hacemos por un puente de madera.
La subida es más subida con calor. Ahora bien, una vez llegados arriba la vista es espectacular. Todo el ancho y coloreado valle por el que corre el rio Odra. Castrojeriz al frente y a la derecha Hinestrosa.
La cuesta acaba en una meseta superior. Y lo que se sube se baja. Ahora bajadon de hormigón del 18% Desde arriba impresionante. Desdeabajo, aún más impresionante ver el largo y sepenteante camino entre lis vrrdes trigales. Qué suerte haber podido conocer estos parajes en esta época del año y de este año concreto.
Las nubes que ahora van tapando el sol y la brisa fresca hacen muy agradable la temperatura para caminar.
Campos verdes, rojos y azules. Una explosión de colores difícil de describir. Es tal mi integración con el paisaje que me descubro canturreando una canción que cantaba de pequeñajo vuando salíamos de excursión con el colegio. Era tal que así:"Las margaritas son flores del campo, flores del campo son las margaritas.."
Llegamos a Puente Fitero, donde hay un albergue precioso, que pasamos a ver aún cuando nosotros continuamos camino.
Solo pasar Puente Fitaro encontramos el rio Pisuerga que pasamos por un puente de piedra. Pasado el puente, ya es provincia de Palencia.
Desde el puente una pista amplia inmejorable entre arbolado, con sol, perfecta. A la derecha una plantación de chopos inmensa.
Itero de la Vega es un pueblo que ya a su entrada se ve poco agraciado. Sus casas son más bien pobres en su construcción. Sus calles un galimatias difívil de descifrar.
En Itero hay varios albergues. Nosotros nos dirigimos al municial. La verdad es que está razonablemente bien. Según cuenta la hospitalera, Itero vive gracias a l@s peregrin@s.
Tras la ducha de rigor y la colada, nos vamos a comer al albergue La Mochila, buena comida, música cubana. Buena vista social club.. qué más se puede pedir?
Pues aún hay más. Al mismo albergue han llegado Robert y otros francrses que coincidimos en San Bol. Y ha venido Nanci, una chica griega que vive en San Ĺuis EEUU. Con ambos he pasado una tarde de charla muy interesante. Hemos hablado de todo.
A la tarde Robert nos ha invitado a una cerveza y ya hemos comido un plato combinado en el mismo bar.
RECORRIDO: el piso, en general muy bien. En algunos momentos pedregoso o irregular. Si llueve se forma un barro pegajoso. El recorrido muy asequible a excepción de la subuda y bajada de Castrojeriz. El paisaje excepcional, pero en primavera. Muy desprovisto de sombra.
CLIMATOLOGÍA: fresquito por la mañana y algo de calor en algún momento. Nublado hasta las 11. Algo de lluvia.
ALBERGUE: más que aceptable. 13 camas bajas todas en una sala. Dispone de dos cuartos de baño completos, cocina y tendedero. Todo en muy buen estado.
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