viernes, 20 de mayo de 2016

Los Arcos a Viana 21-5-2016


Dejamos Los Arcos, un pueblo de un millar y medio de habitantes y con una actividad frenética alrededor del peregrinaje.
Nuestro nuevo paradero será Vuana.
Nos han aconsejado desayunar en la panaderia de la plaza de detrLa ás de la iglesia.
El día pinta que será calurosillo. Al menos, desde el albergue, el cielo es azul nítido. Aunque un poco mas allá, en sentido contrario a nuestra marcha, aparecen algunas nubes.
Efectovamente, en la panaderís pastelería sirven café.. y más cosas. Entre otras, un pedazo xuxo que no se lo salta un galgo.

A la derecha, vamos paralelos a una formación de colinas en cuyas cimas los pinos son los reyes. Las faldas están vestidas de viña, viña y más viña. A la izquierda, hasta donde alcanza la vista, se viste de cereal. 
Al fondo, los pueblecitos diseminados en el paisaje. Una postal.
  

Parece mentira, pero el camino tiene sus propios sonidos. Uno relativo al lugar y a los propios sonidos de la naturaleza: el caer de las hojas, el canto de las caderneras, el correr de las aguas, el movimiento de las mieses por el empuje del viento.. En fin, innumerables sonidos. Y otro sonido que he descubierto y que se relaciona estrictamente con el camono y con el caminar. Se traya de lo que yo llamo el sonido del Camino. En inglés the sound of Camino. Cuando acabe en Santiago estoy seguro que haré alguna cosa relacionada. Hace ral que así: chap, chap, chap, chap, toc.. chap, chap, chap, chap, toc.

Se puede decir que es una composición colorista impresionista lo que la naturaleza guiada ha construido en esta parte del Camino.


De Sansol bajamos a Torres del Rio por un camino empinado de piedra entre olivos.

Hemos salido más bien tarde, por lo que durante todo el trayecto vamos dando alcance a diferentes peregrin@s que hemos visto en el albergue.
Nos volvemos a encontrar en el camino con Imanol, Josu e Iñaki de Donosti. Imanol me cuenta un chiste que, cuando le vuelva a ver, le pediré que me lo vuelva a contar, porque no lo he pillado. Era algo referente al Ebro y al Mediterráneo.

Vaya cuesta, vaya cuesta. A veces no sabes muy bien si subir o andar para atrás y hacerte a la idea que bajas. Lo cierto es que llevamos tres cuestas que pa qué las prisas.
Pero, como siempre, el paisaje lo compensa.
De bajada hacia Viana predomina la viña, campos y campos de viña alineada.


Desde artiba, donde nos encontramos la carretera de Bargota, al fondo aparece grande Logroño.

Tras la empinada subida una bajada aún más empinada. Y en medio de la nada un tio tocando el concierto de Aranjuez a la guitarra con amplificador y todo. Surrealista total.
En la cima de a subida paramos unos onstantes para tomar un plátano, agua y recobrar el resuello. 

Una ultima bajada y ahí está. De frente. Viana. Sede del Palacio del Príncipe de Viana, junto al cual se encuentra el albergue municipal "Andres Muñoz."


Llegamos al albergue y no abren hasta las doce. En la cola están Álvaro y Violeta dos plamploneses. Nos da un alegrón poder hablar con alguien de todo cuanto no hemos podido hablar en dias anteriores. La verdad es que aquí también somo como bichos raros. Pero mola contar también con la complicidad de alguien. 
Y mira lo que son las cosas, Álvaro y Violeta nos comentan acerca que han conocido en el camino a Max, el vasco. Os acordáis de días anteriores?

Despues de la ducha bien ganada, nos vamos a la calle principal a hacer una cerveza y, más tarde, a un restaurante a comer el menú del peregrino. No está mal. Y además, se da una circunstancia muy curiosa. A la camarera, en un momento dado, la llaman Ana Belén. Me fijo entonces y es clavadita a mi sobrina Ana Belén. Qué coincidencias.

Durante la tarde, como es característico en mi, trat de entrar en contacto con quien se pone a tiro. Luca, un italiano que me explica cosas interesantes, es uno de ellos. Ya lo había visto en el camino, pero no habíamos cruzado mas que un parco "buen camino".
Otro es Yannivk Guison, un parisino que trabajó en El Cirte Inglés de Barcelona, que me explica sus ilusiones por ir a dar la vuelta a medio mundo. Un chaval que seguro que será feliz en la vida.

Y, para rematar el día, Pepe y yo nos vamos a dar una vuelta por el pueblo y no os imagináis quién se levanta de una silla de un bar, como un resorte, y nos viene a saludar. Jejejeje.. Un sorpresón.... Ikuyo!!! La chica japonesa que habíamos conocido hace unos días. La verdad es que se le ve toda la ilusión del mundo en los ojos. Hable el idiona que hable. Merece llegar bien a Santiago. Saca su móvil y nos hace un "selfie".Jejeje


En fin, son las cosas del Camino. Conoces a la gente más insospechada.

RECORRIDO: piso muy bueno en todo el trayecto. Tres subidas que suben las pulsaciones a 160. El paisaje excelente, aunquedura  se aprecia una tierra algo más reseca.
CLIMATOLOGÍA: En general buena, aunque a medida que avanza el dia ha ido suponiendo algo de calor.Pero nada del otro mundo.
ALBERGUE: albergue municipal, junto a los restos del palacio de Viana, en el centro histórico. Muy muy aceptable. Conn todo tipo de recursos tanto dentro como en el exterior.

2 comentarios:

  1. Si em permeteu un consell us recomano que demà (si es que no voleu dormir a Logronyo) feu nit a Ventosa. Hi ha un alberg amb encant que el regenta una dona que es diu Yuta!

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  2. Es la magia del Camino, reencontrarte con viejos compañero que has ido conociendo es un sensación tan reconfortante :) a mi me hacía mucha ilusión.

    Buen Camino!

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