Hoy a las 6 todo el mundo arriba. Desayuno comunitario en el albergue. Cafe y leche, pan, mantequilla, miel, mermelada, infusiones. Donde hay hospitaleros voluntarios todo son facilidades.
Dia absolutamente claro. Y frío hasta que mis manos no se adapten.
Nos despedimos de Robert Santander. Una gran persona. "Seguro que volveremos a vernos, que los corazones grandes hacen el mundo ay! tan pequeño..."
Rafael, uno de los hospitaleros, está muy alterado. Esta noche entraron dos chicos, a los que les había dicho que no hay sitio, con su perro a dormir. Se ve que los ha visto y se ha puesto frenético.
Salimos por un camino construido paralelo a la carretera local. A estas horas la sombra de los arboles está equivocada, cae al otro lado del camino.
Algo más allá, se puede ver qye vamos paralelos a la autovía de Burgos a León. a unos 100 m.
Al fondo, a nuestra derecha, hace rato wue se ven altas montañas algunas nevadas. Segiro que es la cordillera Cantábrica.
Muchos de los campos se ven roturados. Hoy veo que hemos cambiado de dirección. Ahira estamos subiendo más hacia el norte. Lo veo por dos razones: La sombra queda ahora más a mi izquierda; y las montañas de la cordillera las veo, cada vez, más cerca.
Casi sin darnos cuenta nos presentamos en El Burgo Ranero. Un pueblo no muy grande que es final de etapa. Aquí se unen a la procesión de peregrin@s tod@s quienes han hecho noche aquí. Y ya somos un@s cuant@s.
Antes de llegar a Reliegos cruzamos un canal muy grande que está seco.
Se observa una gran extensión de tierras en barbecho.
Vamos paralelos a la carretera y la via del tren.
Que raro!! Hace rato que no veo a nadie delante y venía un patrullón ¿me habré pasado alguna señal?
A lo largo del trayecto hemos ido pasando diferentes vias de agua, siempre con aglomeraciones de chopos a lo largo de ellas.
La entrada en Reliegos está presidida por una típica bodega leonesa construida en la tierra. Esta está en desuso, según nos cuenra la tendera del colmado en el que compramos fruta para almorzar. Concretamente un platano y un tomate.
Llegamos a Mansilla de las Mulas, lugar donde pensábamos inicialmente hacer noche. De todos los pueblos pasados de Castilla es el que más actividad económica muestra. Varios polígonos industriales lo ratifican.
A la entrada un gran canal de riego. Atravesamos Mansilla sin pena ni gloria, saliendo por el puente sobre el río Esla, que nos regala su refrescante discurrir sonoro.
El camino es ancho y con sombra.
Se comienza a ver campos de maíz recien sembrado. A todo esto, iniciamos un tramo en el que vamos paralelos a la N-120. Sin sombra y con mucho tráfico.
Ya se ve, con mayor profusión, que están recogiendo la paja en embalajes redondos.
Por esta zona abunda el sistema de distribución de agua mediante unas canalizaciones de hormigón que van por encima del nivel de tierra. Se complementa con las acequias tradicionales en todo el agro español.
El camino desemboca en la N601. por cuyo arcén caminamos. Aunque es un arcén muy ancho, transitar por aquí, con tanto tráfico, es agobiante.
De la N-601 se abre un desvío con arbolado. Se agradece mucho. Ahora está cayendo el sol a plomo. La entrada a Puente la hacemos por una zona de arbolado, a través de una pasarela de madera que salva dos brazos de rio. El río Moro que desemboca en el Porma. Hay gente pescando. Según me dicen pescan trucha. Habría que verlo, jejeje
En breve llegamos a una construcción de piedra que es la que da nombre al pueblo. Un puente largo y antiguo de piedra por el que discurre la carretera.
En seguida llegamos al albergue San Pelayo, no sin antes pasar por una calle en la qye a ambos lados se ubican sendas explotaciones de vacas. Se huele, se siente. Pero es llegar a la altura del albergue y desaparecen las reminiscencias.
El alberque está muy bien decorado. Se ve acogedor. Amplio y con un jardin refrescante. Nos atiende Keli, la dueña del albergue, que nos informa de todo y nos acompaña para que dejemos todo el paramento.
Ducha, colada, en la que conocemos a Irene, una señora califirniana que ha hecho varias veces el Camino y, según dice, le cambió la vida.
Comemos en el propio albergue un menú que mos prepara Keli. Al ratito llega Julio, su marido, y comemos los cuatro juntos. Son una gente estupenda y llana. Nos explican las dificultades de mantener el albergue.
En el albergue conocemos también a Alejandro. Un leonés que nos instruye acerca de como cenar bien por poco dinero. Hay tres bares en el pueblo, en los que si pides un "corto de cerveza" te ponen un pedazo tapa que no se la salta un galgo.
Pues dicho y hecho. Nos vamos a cenar de tapas con Irene, que se apunta.
RECORRIDO: muy plano y de piso excelente en general. Los ultimos kilómetros se hacen agobiantes debido a que van por nacional o próxima y sin sombra.
CLIMATOLOGÍA: dia claro y soleado. Inicialmente gresquito. Caluroso a medida que avanza el día.
ALBERGUE: excelentemente decorado. A pesar que es,privado, dedica un espacio y cocina por si l@s peregrin@s quieren hacerse ellos mismos la comida.
En la planta baja una sala con camas bajeras, y dos salas con 16 literas dobles en cada una. Dos salones de estar amplisimos con diversos sillones y sofás, mesas comedor, bar y jardín amplio de hierba fresca con amacas, sillas y mesas.
Venga campeones que estáis a tiro de piedra,de León..y ya queda poco... Para llegar. Un abrazo desde el Prat... A unos cuantos kms....sois la repera..
ResponderEliminarVenga campeones que estáis a tiro de piedra,de León..y ya queda poco... Para llegar. Un abrazo desde el Prat... A unos cuantos kms....sois la repera..
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