Igualada a La Panadella 3-5-2016

Bueno, hoy dejamos atrás Igualada no sin tomarnos antes un buen café con leche acompañado de un donut  que sabe a gloria. 

Adeu Jaume. Fins retrobar-nos.

Asilo del Santo Cristo. Joan Rubió i Bellver, discípulo de Antonio Gaudí

Antes de salir del refugio comprobamos que lo dejamos todo en perfecto orden de revista..Dejamos las llaves en el buzón de la entrada y cerramos de golpe. 

Antes que nada, unas fotos a una obra de arte ubicada justo enfrente del refugio. El camino también ha de servir para cultivar el gusto por el arte.

Así que Apa nen!! Cap a La Panadella!!

Pepe... ¿No vamos muy ligeritos de equipaje?. Nos falta algo.

Hostias!! Nos hemos dejado los bordones en el refugio!!!

Y ahora qué?  Pues a volver a la residencia a ver si nos pueden abrir ellos. No problem!! Buff era el bordón que me grabó mi Laura. 

En fin... una anécdota para los nietos.

La salida desde el refugio para reincorporarse al camino no está muy bien señalizada te lleva hacia una carretera local con mucho tráfico hasta encontrar el desvío hacia Jorba por un carril bici. Al llegar al desvío hacia la N-II, un vecino nos ha comentado que hay in camino que pasa algo más arriba y pasa por una ermita. En fin, gages del Camino.

Primera parada: Jorba. para comprar pan y hacer un pequeño bocadillo. Paramos, por arte de birli birloque, en la Plaça de la Font, justo al lado del albergue de Jorba, donde hemos conocido a Josep, que mira que pequeño es el mundo, amigo de Jaume Oromí, de quien hablamos ayer. Una pequeña conversación y una despedida de peregrinos noveles a un peregrino de larga experiencia. Son los amigos del camino. Gente altruista que nos hacen las cosas fáciles.

Santa María del Camí

Segunda parada: en una zona de descanso de Santa María del Camí. Aquí un plátano para reponer potasio y un xurrupet de agua. Unos minutos para relajarse (si es que se puede uno relajar más) y a reiniciar camino hasta llegar a la Panadella, lugar en que comeremos y nos alojaremos por esta noche en el hotel Bayona. Un precio especialmente abusivo para peregrinos. Una habitación 44 euros en un lugar en mitad de la nada. Un hotel de 1950 pero que no se ha renovado. Con las puertas del año de la picor que no ajustan. Esperemos que mañana la maneta no se quede trabada y nos quedemos encerrados. La cena, cara y un desastre. Para ejemplo: nos han puesto una cestita de pan con cuatro rebanadas. Nosotros no lo hemos tocado. Antes de acabar de comer, un camarero ha retirado la cestita de pan y ha ido a otra mesa para llevársela. No se ha cortado y les ha dicho que nosotros no lo habíamos tocado el pan, que si les daba asco traía otro. Pues, además, en la cuenta nos han cobrado 95 céntimos de pan. En fin, no volveré a este antro.

RECORRIDO: el recorrido ha sido muy suave, a pesar de suponer una subida constante hasta la Panadella. el inicio desde el refugio no esta suficientemente marcado, aunque no hay pérdida para salir hacia Lérida. El recorrido es una parte por carretera , al inicio con mucho tráfico y sin arcén. Posteriormente se camina gran parte del recorrido por carril bici. Para finalizar por el arcén de la N-II que lleva a La Panadella. El último tramo se hace un poco tedioso.

CLIMATOLOGÍA: día claro y soleado. Fresco por la mañana temprano y se ha ido haciendo más caluroso, aunque en todo momento la sensación ha sido agradable. Durante todo el trayecto la brisa fresca ha hecho muy agradable el caminar.

ALBERGUE: Hotel Bayona de La Panadella. Un desastre.