Casi casi. A tocar lo tenemos. Ya huele a empanada. Pero aún queda por caminar.
Nuestra próxima parada Astorga, una ciudad bonita y acogedora donde, además, se come de maravilla.
Desde Villavante hay 18 kilómetros, pero en medio está Hospital de Órbigo del que Carmen, la dueña del albergue, nos ha dicho que hoy lían una a lo grande. Hacen una fiesta medieval y se ve que asiste toda la comarca.
El albergue Santa Lucia ofrece desayuno, pero sobre las ocho. Creo que saldremos antes para aprovechar el frescor mañanero y desayunaremos de camino.
A las cinco se ha puesto alguien el despertador. Y son las seis y justo ahora comienza a amanecer. Mi cama da a un ventanal por el que puedo ver como va alzándose la luz sobre la oscuridad.
A la salida de Villavante nos sorprenden todos los pájaros del mundo que se han puesto de acuerdo y, encaramados a los chopos y sauces llorones que pueblan el camino en este punto, nos ofrecen un concierto de trinos.
Algo más alante un grupo de diez vacas y dos terneras tumbadas. Me han traído a la mente a mi Lídia y mi Gina. Ha sido como un mecanismo.
De inmediato nos encontramos una via de tren que no estaba ahí ayer cuando llegamos. De donde habrá salido? Lo llamaré "El misterio de la aparición viaria"
A esta hora resulta siempre más poético el dia. El sol se levanta. Cuatro nubecillas, los pajaritos cantan....bucólico bucólico.
Desayunamos en Hospital de Órbigo, donde ya detectamos en el bar que está "vestido" de fiesta medieval. Una pasada. Es otro de los lugares que se ha de visitar con calma.
Pasamos el puente tortuoso sobre el río. A la izquierda una explanada inmensa en la que hoy se ubican la mayor parte de los eventos medievales. A la derecha del puente unas casitas "disfrazadas" a conjunto con la fiesta. El pueblo, a medida que lo atravesamos, nos deja muy buen sabor de boca. Volveremos. Y, entonces, para más días.
A la salida de Hospital de Órbigo se ofrecen dos rutas para llegar hasta Astorga. O bien por in camino paralelo a la nacional o bien un camino más largo pero que cruza por caminos. Pepe, que ha leído uno de los carteles hace un chiste diciendo qye vayamos por la derecha, el cartel dice que es el "camino guauy". En realidad, el rótulo dice "Camino bueno. Good way". Cosas de Pepe.
Se trata de un camino agrícola de tierra en el que se puede ver que se cultiva algo de trigo, pero en mayor medida se ve maiez recién plantado.
Seguimos paralelos al canal de riego que, en cada cambio de nivel, hace una caída de agua cuyo sonido es música refrescante para los oídos.
Así llegamos a Villares de Órbigo.
A partir aquí tomamos un sendero de tierra que sube a la cresta de la colina. A la derecha tenemos un bosque. De repente, cruza el camino un gamo, que se pierde entre la vegetación. Ha sido visto y no visto. Menos mal que voy constantemente atento. La subida es paulatina.
La bajada hacia Santibáñez de Valdeiglesias es por carretera vecinal. Un lugar simplemente idílico. Si quienes viven aquí, además tienen economía suficiente, ni te digo.
Desde Santibañez tomamos una carretera en construcción no muy bien señalizada. La pista nos va llevando por una zona de ondulaciones del terreno, no muy pronunciadas, con bosque de carrascas, robles y macizos de chopos. Algunas de estas plantaciones presentan hileras interminables de ellos.
Algunos tramos del recorrido son puro polvazal.
Gran parte del recorrido disfrutamos de un olor muy agradable derivado de las plantas de tomillo y lavanda.
Entre Santibáñez y San Justo de la Vega hay 8 kilómetros sin nada, por lo que se agradece que un desinteresado haya puesto un xiringuito, en mitad de la nada, en el que ofrece algunas frutas y bebidas gratuitas.
Además de robles y encinas, se aprecia una fuerte repoblación de pino piñonero.
Desde la meseta, una inmensa explanada con hierba corta y flores blancas y amarillas, salpicados de pequeños carrascos y alguna formación de pino muy joven. De tanto en tanto, pequeñas parcelas cultivadas de centeno.
Llegamos a la cruz del Crucero de Santo Toribio, desde donde se divisan San Justo de la Vega y toda Astorga abajo.
Antes de llegar a Astorga se pasa por San Justo de la Vega. Lo pasamos sin detenernos, cruzando el río Tuerto por un puente de hierro paralelo al antiguo puente de piedra por el que va la carretera a Astorga.
A la salida del puente nos desvían de la carretera hacia una pista de tierra.
A la altura de unas naves que nos dan la espalda el camino es de hormigón. Y poco a poco las señales nos llevan a la Plaza de San Francisco, donde se encuentra el Albergue Siervas de María, que está atendido por la Asociación de Amigos del Camino.
Vaya cuestecita final, la que nos lleva hasta el albergue. Resoplando llegamos.
Astorga es una ciudad mediana, con mucha historia. El albergue inmenso. Nos registramos y nos enseñan las instalaciones. Hospitaleros voluntarios. Según parece, les ha fallado alguno de los voluntarios y el equipo se resiente. Están un poco estresados. Esto lo he visto en otros lugares. Les metemos mucha presión a los pobres.
Tras instalarnos, ducharnos y dejar la ropa tendida, nos vamos a hacer una cervecita. Vamos con intención de comer cocido maragato, del que guardo muy grato recuerdo desde que lo comí en Castrillo de los Polvazares. Un camarero nos indica donde comer uno exquisito:Las Termas. Ni os lo cuento. Solo decir que después no cenamos.
Santiago, el jefe, un crack y de un gusto exquisito por la selección musical. Frank Sinatra. Una gozada.
Para acabar de redondear, Santiago nos sirve una queimada de orujo.
En fin, acabamos repletitos. Tanto que nos fuimos a la hierba que hay detrás del palacio episcopal y, allí, me eché una siesta.
Así pasó la tarde. Bueno, y en urgencias. Sara, la peregrina estadounidense que tenía los pies con muchos problemas, nos pidió que la acompañásemos a urgencias. Habla español pero muy limitado.
Una caña y una tapa ha sido nuestea se cena.
RECORRIDO:El recorrido es prácticamente plano, con subidas largas y poco pronunciadas. El entorno es precioso.
CLIMATOLOGÍA:Trazas nubosas pero presencia constante de sol. Fresco en.la mañana y mas caluroso a medida que avanza el dia.
ALBERGUE: en perfectas condiciones con más de 170 plazas distribuidas en distintas salas con literas dobles. Varias duchas y cuartos de baño. Cocina completa, comedor y terraza amplia. Sala de musica-relajacion y sala de ordenadores.
Durant el meu camí, amb la Mercé vàrem dormir a l'hotel que hi ha una vegada atravessat el pont d'Hospital de Órbigo i en una habitació que tenia vista directa al parc de lluita medieval entre caballers, genial!
ResponderEliminarCuidaros bien,bueno por la foto ya veo que comeis algo,...para ir aguantando.ya falta menos campeones,las fotos y comentarios una pasada... Un fuerte abrazo .desde S.Pere de R.que lo disfrutéis....
ResponderEliminarCuidaros bien,bueno por la foto ya veo que comeis algo,...para ir aguantando.ya falta menos campeones,las fotos y comentarios una pasada... Un fuerte abrazo .desde S.Pere de R.que lo disfrutéis....
ResponderEliminarJeje, a la foto de dalt es veu l'hotel just al final del pont, i al costat tota la parafernàlia que es monta aquí per a commemorar l'época medieval, ok
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