domingo, 5 de junio de 2016

Foncebadon a Ponferrada 6-6-2016


En la etapa de hoy nos ponemos en Ponferrada. Algo más de 27 kilómetros. Habrá que visitar la taberna El Bodegón que me ha recomendado Ángela Polo.

Se desayuna en el albergue. Comunitario. Pepe, el hospitalero ha preparado practicamente de todo.

Salimos a las 6:50. Nos vemos con las primeras luces del alba. El cielo aparece nublado. Corre un viento frío en la cima, que está cubierta de pino y matorral no muy alto y de colorido diverso. Incluso con tan poca luz se percibe la belleza que la naturaleza ha conjugado aquí.



Justo a la salida, a dos kilómetros, encontraremos la Cruz de Hierro. Un lugar emblemático en el Camino. 
La Cruz de Hierro se haya en lo alto del monte Irago (1530 m), que divide la Maragateria y el Bierzo.
Me dice el dueño del bar que, antiguamente, los arrieros maragatos que hacían transporte por esta ruta tiraban una piedra de espaldas a la cruz invocando la protección divina, deseándose suerte. 
Hoy, tod@ peregrin@ que se precie trae una piedra de su lugar de origen para, así, contribuir a la leyenda. Mi piedra, un canto rodado pequeñito, plano, con forma de corazón. Un corazoncito traído de la riera del Foix que se queda aquí. Yo no invoco suerte. Ya la tengo.


El trayecto discurre por la cima de este macizo con bosque de acacias y robles. Una vegetación soberbia.
Concluye el bosque cerrado aunque continuamos cresteando, ahora con vistas amplias. Desde aquí arriba se ven las otras cimas mas bajas y el valle aún con neblina.

Las vacas campan a sus anchas por las laderas empinadas cubiertas de hierba fresca


Se ven un buen número de cruces por todos lados. De hierro, de madera... Algunas con inscripciones. 

Estamos tan alto que podemos tocar la niebla con las manos. El canto de los pájaros se confunde con el de los esquilones de las vacas. De tanto en tanto un fuerte mujido, para llamar nuestra atención.

Otra cosa que llama la atención es los riachuelos de agua que vamos pasando. Parece mentira que tan arriba haya caídas de agua.. si no hay nada más!!!


Jejeje. Qué iluso soy!! Si pensaba que ya lo habíamos subido todo.. Pues no. Aún queda más. El Vamino continúa subiendo y subiendo hasta coronar el Collado de las Antenas. Lo llaman así porque se ubica una gran torre de comunicaciones, una base militar y... que no falte un xiringuito. 

En esta parte de la montaña, una vez coronamos arriba del todo, los robles se ven como muy apagados. Sus troncos se ven cubiertos de abundante musgo y líquenes.


Desde la cima se sigue una carretera que resigue la cima, con numerosos palos señalizadores de la altura de la nieve. 
Así como normalmente el asfalto no es el piso más adecuado para caminar, aquí arriba se agradece porque, al estar constantemente mojado sería un barrizal.

De bajada la carretera toma una fuerte pendiente que, mientras no nos desviamos por camino no se le suma la dificultad de caminar por piso de roca pizarrosa vertical. Un matapiés.

La bajada así se convierte en peligrosa por posibles caídas o torceduras.
Desde arriba se ve Ponferrada al fondo, aunque la niebla dificulta algo la visibilidad.

Desde arriba se ven dos grandes y anchas chimeneas que parecen de central térmica. Echando vapor como si no costase.


Pasamos El Acebo. A la izquierda comienza a abrirse un poco. Las nubes dejan ver ahora la cima nevada de algunas montañas.
A partir de Riego de Ambros bajamos con un fuerte descenso por un sendero que va, a veces, paralelo a un arroyo y, a veces, lo cruza. Vamos entre bosque cerrado. Un tramo corto de camino llano y volvemos a otra bajada con mucha piedra de pizarra. Siempre siguiendo el arroyo.
La bajada se hace más difícil hasta Molinaseca.

Aquí pasamos el río Meruelo por un puente romano. Desde este pueblo hasta Ponferrada 6 km de acera, desde la que se ve cómo es el cultivo de esta zona. Viña y cerezas.

Sntes de entrar en Ponferrada, nos desvían por una pista de tierra con una fuerte bajada y un repecho final que rompe el ánimo. La pusta nos conduce a Campo. Ya vemos que no estamos entrando en Ponferrada sino que estamos haciendo un rodeo inútil, lo que va minando el espíritu.


Pasado Campo se oyen las campanas de una iglesia que, a las doce tocan el Ave Maria.

Desde Campo solo carretera. Ponferrada se va viendo a la derecha. Se hace largo. Muy largo.

Llegamos al albergue y hemos de esperar hasta la una. Una buena cola. Está gestionado por vuluntari@s.
Después de la duchita reparadora y el lavado de ropa, nos vamos en busca de la taberna el Bodegón. Pero está cerrada.
En un bar nos aconsejan ir a comer a La Taberna, donde nos preparan un botillo impresionante.


A la tarde nos dedicamos a tertuliar y a cantar un rato con un@s chic@s que tenían una guitarra... Cuento para mi niño, de Lole y Manuel, y 90 minutos, de Vanesa Martin. Dos bombazos.

RECORRIDO: el piso desigual.por tramos, a veces complicado de caminar. En momentos peligroso. Excepcional el paisaje excepto en la llegada a Ponferrada que se hace aburrido.
CLIMATOLOGÍA: hasta mitad de mañana nublado. En algún momento llovizna, fresco. A partir de media mañana sol y calor razonable.
ALBERGUE:excelente. Acoge a 160 en habitaciones de cuatro en dos literas dobles. Cocina y comedor amplios, lavabos algo escasos, pero en razonable buen estado.

2 comentarios:

  1. Mucho ánimo peregrinos! Tal y como comentáis las etapas parece todo un camino de rosas, pero es muy duro lo que estáis haciendo. Coged fuerzas que viene el subidón!

    PD: que pintaza ese botillo!!

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    1. La verdad es que caminar no nos cuesta mucho porque, habitualmente caminamos. Efectivamente hay etapas que se hacen duras. Pero.... Los paisajes, la gastronomía y, sobre todo, las personas que vamos encontrando es lo que crea la magia de este viaje que emprendimos. NO HAY DOLOR con tales estímulos.
      P.D. Estoy sorprendido que sigas nuestras pequeñas anécdotas. Te agradezco tus comentarios siempre acertados. ULTREIA et SUSEIA peregrina

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